En 1937, Charlotte Perriand comenzó a experimentar con el concepto de “refugio de montaña prefabricado” como vivienda para el disfrute del tiempo libre, coincidiendo con su ruptura con el Atelier Rue de Sèvres. Previamente, había participado con éxito en los concursos de Casa de Fin de Semana organizados por la revista L’Architecture d’Aujourd’hui entre 1934 y 1935, sin embargo, sería a raíz de la Ley de vacaciones pagadas (1936) y aprovechando su libertad con respecto al monasterio corbuseriano, que comenzó a investigar acerca de una arquitectura mueble, cuyo diseño comenzaba con el cuerpo.
La revista L’Architecture d’Aujourd’hui publicó en 1938 el Refugio Bivouac (1937), diseñado por Charlotte Perriand en colaboración con el ingeniero André Tournon, junto a un artículo titulado “Petite Maisons de Week-end”1. La innovación espacial, técnica y material del Refugio Bivouac —cuyo objetivo fue conferir placer corporal al individuo—, aunado a su ligereza y facilidad de movimiento, lo convertían en el primer prototipo del nuevo paradigma espacial. Aquel refugio —a medio camino entre casa y mueble— evidenció el inicio de una revolución sutil liderada por Perriand, cuyas implicaciones experimentales alcanzarían la escala urbana.
Petite es una arquitectura concebida como se piensa una silla —con la misma atención al detalle, precisión material y técnica, continuidad visual y física e ingenio espacial— que favorece la comodidad y libertad del individuo.2
Marta Rodriguez
Perriand y Tournon proyectaron una estructura de marco metálico tubular o duraluminio —una aleación de aluminio resistente a la corrosión desarrollado por la industria aeronáutica— con paneles de fachada aislantes acabados en aluminio.3 El diseño preveía, a su vez, el aislamiento térmico suficiente para poder adaptarse a cualquier tipo de clima.4
El Refugio Bivouac se mostró en la Exposición Internacional de París de 1937 como una arquitectura mueble económica y liviana para las vacaciones de una familia de seis miembros. Una ligera estructura lo elevaba del suelo con delicadeza y vigor. La elegancia del aluminio, así como el detalle voluptuoso paralelo a la puerta de acceso, junto a la imagen de Perriand promocionando el proyecto, evidenciaban la dimensión placentera de un refugio destinado al ocio que podía ser transportado en la parte trasera de un vehículo.
Refugio Tonneau, Charlotte Perriand y Pierre Jeanneret, 1938.
Mientras que los prototipos de Gray encajaban en el concepto de “la más pequeña célula habitable”, las propuestas experimentales de Perriand se concibieron para albergar a un grupo de personas en un espacio preciso, cuyo ingenio incluía su disfrute corporal. En definitiva, Perriand había transformado la idea del refugio de necesidad en refugio destinado al deleite de un grupo de personas. Proyectada con minuciosa selección y control —por su precisión energética, espacial y material—, la Arquitectura Petite se ideó para la comodidad y la libertad del nómada urbano.
En el mismo periodo, Perriand y Jeanneret diseñaron tres versiones —destinadas a un numero distinto de personas— de un refugio no construido, el RefugioTonneau, también conocido como Refugio Barrel (1938). Elementos prefabricados de aluminio se ensamblaban en un corto tiempo para construir un mueble habitable y ligero. Estudiaron las condiciones térmicas y de ventilación, la resistencia al viento y la durabilidad de los materiales. Además, proyectaron un mobiliario adaptable que comenzaba con el cuerpo humano y su comodidad.
El Refugio Barrel era ante todo una joya que se posaba elegante sobre la nieve con la ayuda de una esbelta estructura. La precisión espacial, material y técnica, así como la inspiración de carácter corporal, evidenciaban su condición Petite. Perriand volvió a utilizar su propia imagen en unos fotomontajes que la mostraban con ropa de esquí, abrazada por el corte sensual de la puerta del refugio.
Mobiliario y arquitectura eran una misma cosa en aquellos prototipos desmontables concebidos por Perriand. En otras palabras, los refugios de Perriand eran muebles que habían aumentado de escala para hacer- se habitables, esto es, Arquitectura Petite. A su vez, sus componentes internos se deslizaban, plegaban, apilaban o yuxtaponían: las mesas se usaban como asientos, los respaldos se giraban y se convertían en camas. Todo era transformable como condición esencial de aquella arquitectura mueble para un tipo de vida móvil.
BIBLIOGRAFÍA
1 El refugio desmontable se denominaba Refuge Léger D’Altitude. El artículo mencionaba a Charlotte Perriand como arquitecta del proyecto y a A. Tournon como ingeniero. “Petites Maisons de Week-end”, en A. Hermant, “Habitations 1937”, L’Architecture d’Aujourd’hui 9 no. I (1938): 65.
2 Marta Rodríguez Fernández, “Petite Architecture: Charlotte Perriand and Kazuyo Sejima” (presentación PechaKucha en la conferencia Feminism and Architecture: Women, Architecture, and Academia en Parsons School of Design, 3 de abril de 2015, NewYork).
3 Una característica especial de la industria del aluminio después de sus inicios en el siglo xix, fue que rápidamente se constituyó en un oligopolio, tanto en Francia como en el extranjero. Al mismo tiempo, el trabajo de Aluminum Français y su filial Studal resulta fundamental para comprender las condiciones de desarrollo de prefabricación ligera en Francia. Fue en cierto modo el campo de pruebas para una posible alianza entre arquitectos e industriales.
4 “Petites Maisons de Week-end”, en Hermant, “Habitations 1937”, 65.